domingo, 31 de enero de 2010
RESEÑAS DE LA INDEPENDENCIA 4
Declaración de la independencia absoluta de España (1811)
Había en Cartagena de Indias a finales de la primera década del sigo XIX una división entre sus gentes producida por la existencia de dos partidos: los toledistas y los piñeristas. Los toledistas eran comandados por José María García de Toledo y los piñeristas los dirigían los hermanos Germán y Gabriel Gutiérrez de Piñeres.
Hubo una pugna por la Presidencia de la Junta Suprema de Gobierno, creada para dirigir los destinos de Cartagena de Indias mientras la situación en España se restablecía.
Dicho cargo lo ganaría en elecciones García de Toledo. Los hermanos Piñeres, en su frustración, idearon una campaña encaminada a ganarse el apoyo del pueblo: la independencia absoluta de España.
El orgullo partidista y patriótico de los Piñeres estaba en juego. Los hermanos decidieron reunir al pueblo estimulándolo a presionar para realizar la declaratoria de independencia absoluta. El 11 de noviembre de 1811 la Junta Suprema de Gobierno se reuniría en el Palacio de Gobierno para tratar ciertos temas, entre ellos el de la declaratoria de independencia absoluta, propuesto por Germán Gutiérrez de Piñeres, quien hacía parte de la Junta.
Los cartageneros convocados por los Piñeres que estaban reunidos en el barrio de Getsemaní, esperaban con impaciencia el transcurso de la crucial reunión. Llegó entonces la noticia de que se aplazaría una vez más la susodicha declaratoria y la multitud enardecida y arengada por los piñeristas, entró en la Plaza de la Aduana de donde sacó de la Sala de Armas el aprovisionamiento suficiente para presionar por la fuerza, si era necesario, a la Junta de Gobierno.
Entró la turba al propio Palacio de Gobierno, y en medio de recriminaciones a los aplazadores, lograron que los allí reunidos firmaran el Acta de Independencia Absoluta de España, toledistas, piñeristas (que regresaban al poder por la fuerza) y demás.
Más tarde la Junta ordenó la lectura del "Bando" para hacer pública el Acta, jurando separarse definitivamente de la Corona Española.
REÑAS DE LA INDEPENDENCIA 3
CONCEPTO DE AMERICA
La mayoría de los historiadores y geógrafos está de acuerdo en que existen dos unidades geográficas diferenciables: la América anglosajona y América Latina. Las diferencias fundamentales entre ambas están determinadas por aspectos lingüísticos, históricos, culturales, sociales y políticos. Mientras el territorio que comprende la América anglosajona fue conquistado y colonizado -esencialmente- por ingleses, franceses y otros grupos provenientes del centro y norte de Europa, el territorio de la América Latina fue colonizado -en su mayoría- por españoles y Portugueses. Esto marcó diferencias de lenguaje: en la anglosajona, predomina el inglés; en la latina, predominan el español y el portugués. Junto con la herencia cultural que determina el lenguaje, también, se manifiestan diferentes visiones del mundo, actitudes y creencias, que generan diferencias con la parte que se denomina anglosajona. A esta América diferente, los historiadores y geógrafos le han designado el nombre de América Latina como una manera de establecer los rasgos distintivos entre una y otra América.
Con gran frecuencia, se tiende a definir a América Latina de acuerdo a consideraciones de tipo geográfico. Por esta razón, algunos destacan que América Latina es el conglomerado de países que componen México, América Central (incluyendo Belice) América del Sur incluyendo Brasil y las Guyanas y algunas islas del Caribe, tales como Cuba, La Española y Puerto Rico. De hecho, la inclusión de países como Belice, las Guyanas y otras islas del Caribe no hispano en el entorno latinoamericano, ha sido significativamente cuestionada entre algunos historiadores, porque éstas presentan características que rompen con los patrones que -generalmente- se utilizan para justificar la unidad latinoamericana. Belice (Honduras Británica) fue colonia inglesa, y su idioma oficial es el inglés, el cual no proviene del latín ni se constituye como herencia de una cultura latina. Esta peculiaridad -también- es compartida por casi todas las Antillas Menores, las Bahamas, Jamaica y Guyana. Además, se unen a este grupo Aruba y Surinan, en donde se habla varios idiomas, con predominio del holandés. Sin embargo, su posición geográfica, su población y muchas formas de conducta cultural las acercan al conglomerado de los países latinoamericanos.
Sin embargo, podemos señalar que la definición más generalizada destaca que América Latina es un continente que posee una tradición, historia, lengua, cultura y religión comunes, y cuya característica más significativa es el mestizaje. El término "América Latina" apareció por primera vez en 1836, en Francia. Fue acuñado por el francés Michel Chevalier, con el fin de establecer las diferencias, en aquellos momentos, entre América del Norte y América del Sur. El uso del término se expandió rápidamente, y fue aceptado por los recién independizados territorios latinoamericanos, pues representó el reconocimiento de una América distinta de España, Europa y los Estados Unidos de América. Por diversas motivaciones e intereses, España no aceptó la utilización del concepto, y prefirió continuar utilizando los términos Hispanoamérica e Iberoamérica para referirse a lo que hoy denominamos América Latina. Sin embargo, para los latinoamericanos, la utilización del concepto ha servido, hasta nuestros días, como elemento aglutinador, es decir, como elemento que ha dado unidad e identidad a un pueblo. Desde 1836 hasta el presente, sus alcances se han ido ampliando, y alude a una realidad mucho más abarcadora que la diferenciación entre América del Norte y América del Sur.
En resumén podemos decir que Hispanoamérica es el nombre que se da al conjunto de naciones americanas que hablan español e Iberoamérica el nombre con el que se denomina a la parte de América colonizada por España y Portugal.
LA LUCHA POR LA INDEPENDENCIA
Las nociones de libertad y nacionalismo surgieron, en América Latina, para fines del siglo XVIII. Antes de la independencia, el pueblo latinoamericano adquirió conciencia de las diferencias existentes entre las metrópolis y los territorios coloniales, y, con esta toma de conciencia, comenzó a manifestarse el sentimiento patrio y de identidad nacional. El concepto libertad adquirió gran significado con el nacionalismo, y la lucha por la libertad y la preservación de la identidad nacional se convirtieron en los estandartes de los pueblos latinoamericanos. El incipiente nacionalismo contribuyó, pues, a cuestionar el orden colonial prevaleciente. Estas posiciones de las colonias engendraron serias divergencias con las metrópolis, lo que contribuyó a allanar la ruta hacia la independencia.
En el proceso de lucha, las colonias vieron surgir un gran número de figuras heroicas que dejaron su huella en el desarrollo de una nueva identidad nacional. Los criollos, respaldados por mestizos, mulatos e indios, lograron sustituir los poderes metropolitanos, y asumieron el mando. El reto mayor fue lograr la integración de los nuevos estados recién creados, pero para esto era necesario algo más que un fuerte deseo de libertad.
LA INFLUENCIA DE LA ILUSTRACION, LA GUERRA DE INDEPENDENCIA DE ESTADOS
UNIDOS Y LA REVOLUCION FRANCESA
Las ideas de la Ilustración, la Guerra de Independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa ejercieron gran influencia en los territorios coloniales de España en América. Gracias a la Enciclopedia de Diderot, las ideas de la Ilustración fueron muy estudiadas entre los sectores educados de Latinoamérica, en especial, por miembros del clero y la burguesía criolla de Hispanoamérica. En estos sectores sociales, las ideas de libertad, igualdad, progreso y soberanía entre otras corrientes se difundieron rápidamente, así como las ideas de Rousseau, Bayle, Mostesquieu, Voltaire y Rainal. Sin embargo, la mayoría de la población no entró en contacto con estas corrientes de pensamiento debido a factores como el analfabetismo y la fuerte censura prevaleciente contra todo aquello que representara un peligro para el Estado colonial. No obstante, las medidas establecidas por España no impidieron la expansión de las nuevas tendencias filosóficas y políticas.
La Guerra de Independencia de los Estados Unidos es ejemplo de la gran influencia que tuvieron las ideas de la Ilustración en América. A su vez, también, tuvo un gran impacto en el pensamiento político latinoamericano, y sirvió de modelo para las colonias hispanoamericanas. Por ejemplo, la Declaración de Independencia y la Constitución de Estados Unidos fueron los modelos para la Constitución de Venezuela, de 1811. Latinoamérica vio a Estados Unidos como la encarnación de la libertad y del republicanismo, ambos, postulados de la Ilustración.
La Revolución Francesa fue otro producto de la Ilustración. Sin embargo, por el contrario de la Guerra de Independencia de Estados Unidos, la Revolución Francesa tuvo un impacto negativo en las colonias hispanoamericanas. Su postulado de igualdad entre todos los hombres no era compatible con los intereses económicos de la clase criolla dominante. Estaban de acuerdo en la igualdad entre los miembros de su propia clase, pero no la igualdad del criollo con los indios, negros, mestizos y mulatos. Por esta razón, las ideas presentadas por la Revolución Francesa no fueron bien acogidas por los sectores dominantes de la sociedad colonial.
Sin embargo, la Revolución Francesa tuvo gran impacto en el Santo Domingo francés. El ambiente revolucionario y los cambios radicales que prevalecieron en Francia se hicieron patentes en la colonia, que se convirtió en escenario de una violenta revuelta de esclavos. Como la violencia se extendió desde Haití hasta las masas de esclavos de Venezuela, los criollos rechazaron con horror las doctrinas revolucionarias francesas, y prefirieron tomar otro modelo más cercano a sus intereses y a su territorio: el modelo norteamericano.
PRELUDIO A LA GUERRA DE INDEPENDENCIA: CAUSAS
La Ilustración sirvió de justificación ideológica para las guerras de independencia latinoamericanas, pero no fue exactamente la causa que la originó. Varias circunstancias inciden para provocar este acontecimiento:
• El fuerte control de los Borbones en todos los aspectos de la vida de las colonias.
• El desarrollo de la burocracia como signo de centralización de las funciones administrativas de la colonia, lo que originó la pérdida de las libertades municipales.
• La exclusión de los criollos de los cargos públicos (con el fin de minimizar su poder).
• Un desarrollo económico fundamentado en la dependencia.
• Los altos impuestos.
• La falta de recursos para mantener el imperio (España no tenía una adecuada fuerza militar y tampoco producía lo suficiente para satisfacer las demandas y necesidades económicas de sus colonias.).
Estas situaciones desencadenaron gran tensión y malestar entre los distintos sectores de las colonias hispanoamericanas. Sin embargo, los indios, los negros y los mulatos fueron los más afectados, pues resultaron oprimidos, además, por la clase criolla dominante.
EL CONFLICTO POLITICO ESPAÑOL Y LA CRISIS DE LEALTAD
La Invasión napoleónica a España se considera la causa precipitante de la guerra de independencia. La invasión francesa representó -para España- la pérdida de la unidad monárquica ya que los reyes Carlos IV y Fernando VIIfueron obligados a abdicar la corona en favor de José Bonaparte. Con la ocupación francesa, el imperio español enfrentó una aguda crisis internacional e interna: las colonias americanas reafirmaron su lealtad al rey de España, Fernando VII, y -siguiendo el ejemplo de España- en Venezuela, Cuba, Puerto Rico, Chile y otros territorios coloniales, se establecieron juntas que juraron lealtad a la Junta de Sevilla. A pesar del apoyo inicial, en América, ya comenzaba a perfilarse una crisis de lealtad: ¿a quién serían leales? ¿al rey o a la Junta? Ante la ausencia del monarca, ¿tenía España poder sobre las colonias? ,la élite criolla de México determinó que, ante la ausencia del rey, España no tenía ningún derecho que ejercer sobre América.
Basándose en el principio de que la soberanía radicaba en las instituciones criollas, las colonias comenzaron a tomar sus propias determinaciones políticas, lo que, implícitamente, representó una separación de España. En 1810, Caracas estableció la Junta Suprema de Caracas, compuesta por miembros de la élite colonial y del Consejo Municipal. Aunque la Junta declaró su lealtad al rey, no obstante, determinó controlar y gobernar la colonia sin la autorización del gobierno español. Era evidente que la élite colonial no estaba dispuesta a acatar la autoridad metropolitana en unos momentos en que, claramente, se reflejaba la debilidad del imperio español. Por consiguiente, la élite criolla aprovechó la coyuntura internacional y la debilidad de España para declarar la independencia.
GUERRA DE INDEPENDENCIA: LUCHA ARMADA. GUERRA CIVIL, GRUPOS Y HEROES NACIONALES
La Guerra de Independencia de los pueblos hispanoamericanos fue cruenta, encarnizada, y puso de manifiesto las luchas internas de poder entre la élite criolla. La clase dominante se fraccionó en distintos grupos de poder: patriotas realistas, centralistas, federalistas, moderados, liberales y conservadores. Por ejemplo, en Chile, el Congreso Nacional estaba dividido en grupos: moderados e independentistas (encabezados por Bernardo O'Higgins). En Venezuela, el Congreso Nacional mostró, también, diferencias entre los grupos políticos, sin embargo, los grupos a favor de la independencia dominaron. Francisco de Miranda y Simón Bolívar (ambos independentistas) organizaron, en 1810, la Sociedad Patriótica, con el fin de lograr la separación. Venezuela declaró la independencia en 1811, y redactó una constitución que adoptó la forma de gobierno republicano y federal, similar a la Constitución de Estados Unidos. Los conflictos internos y la movilización de las fuerzas españolas sofocaron y suprimieron la Primera República de Venezuela. Ante el fracaso venezolano, y las pocas posibilidades de lograr el apoyo de Nueva Granada para la recuperación de Venezuela, Bolívar decidió exilarse en Jamaica.
En México, los sectores populares más afectados por las luchas entre criollos y peninsulares fueron los indios y los mestizos. Ante las pésimas condiciones sociales y económicas del campesino indígena, el padre Miguel Hidalgo se levantó en rebelión, en 1810. El Grito de Dolores inició la guerra de independencia de México. Este movimiento era esencialmente indígena y campesino, y careció del apoyo de los sectores dominantes como la iglesia y la élite criolla. Ante la derrota y muerte de Hidalgo, en 1811, José María Morelos retomó la lucha armada. Para 1813, éste convocó el Congreso de Chilpancingo, y planteó la independencia absoluta de México. La causa libertaria de Morelos quedó truncada, en 1815, al ser capturado y ejecutado.
En la región de La Plata (Buenos Aires), la lucha entre criollos y peninsulares se vio afectada por otra fuerza externa que ejerció presión sobre la región: Inglaterra. En los años de 1806 y 1807, La Plata fue ocupada por Inglaterra. Esta ocupación provocó una crisis en la administración colonial, pero, también, estimuló el espíritu nacionalista de los porteños, y puso de relieve la fragilidad del imperio español. La única colonia en Sur América que mantuvo la adhesión y lealtad a España fue Perú. Razones de tipo social y racial contribuyeron a este hecho: la clase criolla peruana prefirió mantener la lealtad a España ante el temor de una alianza entre los mestizos y los indios, que eran numéricamente superiores a ellos, pues dicha alianza podía poner en peligro sus intereses económicos y sociales.
En el Caribe, Puerto Rico y Cuba también permanecieron leales a España. Sin embargo, en ambas islas, comenzó a perfilarse un movimiento a favor de la independencia. En Puerto Rico, por ejemplo, hubo una gran simpatía hacia la causa libertaria, y el pueblo puertorriqueño se negó a participar militarmente en contra de los hermanos latinoamericanos. Ante la solidaridad manifiesta de Cuba y Puerto Rico a la guerra de independencia, España decidió reforzar el sistema represivo en las islas con el fin de evitar levantamientos revolucionarios, y logró retener las islas.
Las colonias centroamericanas también se rebelaron contra España. De hecho, la primera provincia en declarar su independencia fue El Salvador. Al contrario de México, la rebelión centroamericana fue fundamentalmente elitista, y tuvo poca participación de los sectores populares. En 1823, el reino de Guatemala -compuesto por Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica- declaró la independencia y en 1824,se organizó la República Federal Centroamericana. No obstante, la República Federal Centroamericana enfrentó serias dificultades que la llevaron finalmente al rompimiento que dio origen a las naciones que conocemos hoy. Para 1815, parecía que el movimiento independentista de las colonias españolas había fracasado. En 1816, las fuerzas expedicionarias de Pablo Morillo reprimieron con dureza a Nueva Granada y Venezuela. A pesar de la reacción antirevolucionaria, comenzaron a resurgir fuerzas de resistencia, como las guerrillas. El movimiento independentista renació con el gran triunfo de la batalla de Boyacá, con el cual se liberó Nueva Granada, y se proclamó la formación de la República de la Gran Colombia, compuesta por Venezuela, Nueva Granada y Ecuador. Bolívar encargó la tarea de libertar al Ecuador al general Antonio José de Sucre, y ésta se completó en 1822.
Mientras la lucha bolivariana se recrudeció en el norte de Sur América, en Chile, las fuerzas realistas dominaban la región, y correspondió a José de San Martín la liberación de este país. En la batalla de Chacabuco, de 1817, San Martín derrotó a los españoles, pero fue en la batalla de Maipú cuando San Martín logró la independencia de la región. El triunfo revolucionario en Chile permitió el establecimiento de un gobierno encabezado por O'Higgins, y con su apoyo, San Martín preparó la campaña para conquistar Perú. En ese mismo año, Agustín de Iturbide, en México, proclamó el Plan de Iguala, que declaró la independencia de México. El encuentro de Bolívar y San Martín se produjo en Guayaquil. Como resultado de la entrevista, San Martín renunció a sus cargos, volvió a Chile, y emigró definitivamente a Europa, Bolívar recurrió a Sucre para la liberación del Alto Perú. La batalla de Ayacucho puso fin a las guerras de independencia, y, con la independencia del Alto Perú, nació Bolivia.
Al contrario de las guerras de Independencia de las colonias españolas, la independencia de Brasil no fue tan devastadora. Brasil se convirtió en la sede del gobierno portugués cuando Napoleón ocupó Portugal, y esta presencia fue importante en el desarrollo de la colonia: Río de Janeiro creció y se fortaleció económicamente, y Portugal permitió reformas económicas en Brasil que beneficiaron a los comerciantes brasileños. En el aspecto político, Brasil era regido como un estado autónomo; no obstante, en 1820, se produjo, en Portugal, un levantamiento que exigió la convocación a cortes y el retorno del rey Joao VI. Ante el retorno del rey, las cortes propusieron revocar el gobierno autónomo de Brasil, y esta situación provocó que el heredero al trono de Portugal, Pedro de Braganza -radicado en Brasil- se pronunciara en contra del gobierno de Portugal. Este determinó levantarse en rebelión, declaró la independencia, y se convirtió en el primer emperador de Brasil.
EFECTOS DE LA GUERRA
La lucha por la independencia tuvo serias implicaciones en los recién independizados territorios: la independencia no aseguró el fin de las guerras civiles, y los conflictos regionales se agudizaron luego de la guerra. Las tensiones sociales y raciales prevalecientes durante la guerra polarizaron las sociedades de los nuevos países. El poder político de las naciones independizadas fue débil, y promovió el desarrollo del caudillismo. Aunque la guerra terminó con el monopolio español, las naciones latinoamericanas quedaron a merced de la influencia económica de Estados Unidos e Inglaterra, que dominaban el mercado atlántico. Esto representó un problema adicional, pues el fuerte desarrollo económico de los norteamericanos resultaba demasiado competitivo para los países recien independizados. Además, en ellos, prevalecía un clima de confusión, desorganización e inestabilidad. El Congreso de Panamá no contó con el apoyo de todos los países Latinoamericanos. Luego de la independencia, las naciones latinoamericanas atravesaron serias dificultades de tipo político y económico que más bien generaron la disgresión de los estados. Además, las potencias extranjeras -como Estados Unidos- veían con gran recelo la unidad latinoamericana, pues podía poner en peligro sus intereses sobre la región. Estas razones explican, en gran medida, por qué el Congreso de Panamá, de 1826, no logró su cometido, y el sueño bolivariano de la confederación de los nuevos estados americanos quedó inconcluso.
Después de la independencia, Guatemala buscó apoyo en México como aliado para poder mantener la oligarquía en el poder. Gabino Gaínza declaró su anexión a México e inmediatamente, Iturbide envió un ejército al mando del general Vicente Filísola, que fue muy bien recibido en la capital del reino. Pero se produjo una disensión: El Salvador se sublevó contra los mexicanos, y el ejército de Filísola se dirigió hacia aquella provincia, a la cual pudo someter. A la caída de Iturbide, Filísola volvió a Guatemala, donde la situación había cambiado, y se encontró muchos más partidarios de la separación de México y de una independencia total. Propuso convocar un congreso para decidir lo que había de hacerse. El congreso, reunido el 24 de junio de 1823 en Guatemala, declaró la independencia total. El reino de Guatemala pasó a llamarse Provincias Unidas de Centroamérica, y se nombró un gobierno provisional de tres miembros, encabezado por el doctor Pedro Molina, con la misión de redactar una constitución.
Cuando se redactó la constitución, de influencia norteamericana, en noviembre de 1824, el país pasó a llamarse República Federal Centroamericana. Esta estaba formada por cinco estados, que tenían, a su vez, poderes ejecutivos, legislativos y judiciales completamente autónomos dentro de sus límites territoriales. Las luchas de las oligarquías provinciales para mantenerse en el poder, y la de todos contra el intento centralizador de Guatemala, donde residía el gobierno nacional, llevaron a la disolución de la federación. El presidente, Manuel Arce, y el gobernador de cada provincia (en Costa Rica, Juan Mora Fernández; en Nicaragua, Manuel Antonio de la Cerda; en Honduras, Dionisio Herrera; en El Salvador, Juan Vicente Villacorta; en Guatemala, Juan Barrundia), todos ellos pertenecientes a la oligarquía terrateniente, organizaron gobiernos provinciales fuertes y poco a poco fueron separándose del gobierno central. Nicaragua, Honduras y Costa Rica se declararon independientes en 1838, Guatemala, en 1839, y El Salvador se independizó en 1841.
LOS COMIENZOS DE LA VIDA INDEPENDIENTE
Al concluir el siglo XIX, América Latina quedó dividida en 19 naciones y unos territorios incorporados, inmersos en un proceso de formación de nacionalidades que se caracterizará por la violencia que generará la política de los recién nacidos países, en torno a asuntos tales como la anarquía, los gobiernos dictatoriales y la definición de fronteras. Prácticamente todos los países latinoamericanos, menos Brasil, tendrán conflictos de esta naturaleza. La inexperiencia política de los criollos, junto con las luchas civiles y la ambición imperialista de otros países, propiciará la intervención continua de potencias extranjeras como los Estados Unidos e Inglaterra. Esta intervención será el precio que habrá que pagar por irse incorporando a la economía mundial, y al capitalismo europeo, en especial, con Inglaterra.
Al concluir el proceso de liberación, cada una de las nuevas naciones se inició en el ejercicio de la vida independiente en circunstancias muy variadas. Por ejemplo, México sobresale por la complejidad y variedad de los problemas que tuvo que enfrentar, análogos a los que sufrió durante su vida colonial. Además, su posición geográfica lo coloca en una situación conflictiva, pues es, también, la frontera norte de América Latina, y el punto más propicio para la penetración de los países que quisieron apoderarse del control que había perdido España. En otros países, los procesos fueron menos intensos, más localistas, o más uniformes.
MEXICO
México inicia su vida independiente bajo el imperio de Iturbide, en 1821 pero, en 1824, promulgó su constitución, y se creó la República Federal de los Estados Unidos Mexicanos. Surgen dos bandos: los centralistas y los federalistas, quienes se debatirán el poder durante casi dos décadas. Durante la decada de 1830, ante la creciente inmigración de estadounidenses al territorio de Texas, el presidente Santa Anna ordena las fronteras texanas, por lo que surgió el conflicto de Texas: los texanos se declararon independientes, y Santa Anna atacó la región para reintegrarla a México. Logró su primera victoria en El Alamo pero, más tarde, fue derrotado. Como resultado, Estados Unidos se apoderó del territorio de Nuevo México y la Alta California. En un segundo enfrentamiento, los norteamericanos invadieron México. El tratado Guadalupe-Hidalgo devolvió la paz: México cedió el territorio desde el Río Grande hasta el Pacífico, y recibió 15 millones de dólares como indemnización.
Tras años de continuas luchas por el poder, Santa Anna (caudillo del pueblo) respaldado por el clero y los grandes terratenientes regresó al gobierno, y se convirtió en dictador. Benito Juárez y otros líderes se rebelaron contra la dictadura de Santa Anna, quien fue derrotado y se exilió en Colombia en 1857. Surgieron nuevos ideales de reforma: separar la Iglesia y el Estado; secularizar la educación; reducir el poderío económico de la iglesia quitándole los bienes; impulsar la economía, y establecer un sistema de justicia apoyado por legislación aprobada por una asamblea representativa.
Se promulgó una nueva constitución en 1857, y Juárez asumió el poder. Dicha constitución prohibía la esclavitud y las propiedades de la Iglesia: concedía la libertad de prensa; eliminaba los monopolios y establecía un gobierno democrático representativo.
COSTA RICA
Costa Rica surge como un país pacífico. A pesar de tener una predominante población blanca, no existían marcadas diferencias sociales. El trabajo, la unidad y la paz caracterizaban al pueblo costarricense, el cual logró desarrollar su economía gracias al cultivo del café, en un marco democrático, y sin necesidad de un ejército. A este auge, le siguen tres cambios sociales importantes: el surgimiento de una clase adinerada junto a una clase media; la diversificación cultural gracias a las posibilidades económicas existentes, y la constitución de un régimen liberal de gobierno.
EL SALVADOR
La República de El Salvador atravesó una serie de golpes de estado y de luchas políticas entre 1841 y 1864. Los salvadoreños exiliados retornaron al país y proclamaron, en 1871, el gobierno de Santiago González, quien comenzó un programa de reformas liberales. Le sucedió Rafael Zaldívar, quien fue derrocado por una coalición, que reunió por primera vez al pueblo y al ejército para llevar a cabo un golpe de estado. El Salvador termina el siglo XIX entre golpes de estado, habiendo conocido 62 presidencias en 58 años. A pesar de ello, se alcanzará un gran progreso material con la creación de sistemas telegráficos, el cable submarino, y el establecimiento de bancos y líneas de ferrocarriles.
NICARAGUA
Hasta mediados del siglo XIX, Nicaragua atravesó numerosas guerras civiles entre las ciudades de León (de tendencias liberales) y Granada (de inclinación conservadora). Al ocupar los ingleses el puerto de San Juan (con la intención de construir un canal hacia el Pacífico), el pueblo se unió para rechazar la invasión. Ante la impotencia contra el poder británico, se comenzó a negociar entre Inglaterra y Estados Unidos, quienes también pensaban construir un canal por Panamá. La situación termina gracias al tratado Clayton-Bulwer.
En 1849, se comenzó a construir carreteras, gracias a una concesión hecha a la compañía Accesory Transit Company. Se inició una revuelta contra la compañía porque ésta se negaba a pagar las cuotas que establecía el contrato. Poco a poco, se consiguió nacionalizar la ruta, y comenzó a prosperar el país. William Walker llegó al poder mediante la fuerza, lo que provocó que el pueblo se uniera por tercera vez y sacara al intruso, junto con la ayuda de fuerzas militares de países vecinos. Luego de este suceso, se estableció un gobierno con dos presidentes, uno por cada bando, liberal y conservador. De 1859 a 1893, se sucedieron en el poder conservadores y liberales, quienes lograron traer prosperidad y progreso al país.
HONDURAS
Una sociedad sin marcadas diferencias de clases, una economía desarticulada, y una geografía que no permitía la libre comunicación fueron las características de este país durante el siglo XIX. En 1880, la constitución sustituyó las leyes españolas, y se consiguió la libertad de prensa. Se enfatizó el cultivo del café y la explotación de las minas como base económica del país. En 1891, se celebraron las primeras elecciones, las cuales aunque libres provocaron una guerra civil. Policarpo Bonilla trató durante su presidencia de crear nuevamente una Federación Centroamericana, como la que existió hasta 1837, cuando América Central se fragmentó en los paises que la constituían. Mientras tanto, los Estados Unidos iban asumiendo un monopolio en la realización de las obras públicas del país. A fines del siglo, se logró reestructurar la economía, basada en el guineo y la explotación minera, lo que desemboca en la entrada de Honduras al mercado mundial.
GUATEMALA
La República de Guatemala comenzó su vida independiente embarcada en una lucha de poderes entre Francisco Morazas y Rafael Carrera. Carrera asumió la presidencia en 1844, y gobernó hasta su muerte en 1865. Le sucedió Vicente Cerna, quien fue depuesto por Miguel García Granados, quien terminó con el monopolio y dio auge al comercio y a la agricultura. De 1873 a 1895, Justo Rufino Barrios construyó las bases de la moderna Guatemala. Otorgó la libertad de cultos, estableció el matrimonio civil, se encargó de la educación del pueblo, y trató de eliminar la influencia de la iglesia católica en el poder político. Dio auge al cultivo del café como base de la economía. Le suceden en el gobierno Alejandro M. Siniboldi, José María Reina Barrios y Manuel Estrada Cabrera.
REPUBLICA DOMINICANA
La República Dominicana vivió una serie de cambios de potencias dominantes, los cuales condicionaron su desarrollo. Fue invadida por Haití, país que ejerció su dominio hasta 1844. En el plano político, la independencia o separación de Haití, fue favorecida por otro movimiento que se inició en aquel país en 1843 y que se proponía el derrocamiento del Presidente Boyer. Duarte y los trinitarios supieron aprovechar tácticamente este levantamiento, llamado "La Reforma". La participación en la revuelta antiboyeriana facilitó la preparación del movimiento independentista, pero provocó la represión por parte de nuevo gobierno surgido después de la caída de Boyer, presidido por Charles Herard. Duarte y otros trinitarios debieron abandonar el país; Fco. del Rosario Sánchez, reorganizó las fuerzas separatistas que pronto proclamarían la República. El movimiento separatista contó con el apoyo condicional de la diplomacia francesa que proponía un protectorado a la naciente República. Esta propuesta escendió el movimiento entre independentistas puros (duartistas) y simples separatistas (afrancesados). Ambos bandos estuvieron presentes en la Junta Central Gubernativa que finalmente quedó controlada por los últimos. Duarte y los demás liberales fueron expulsados del país en ese mismo año de 1844, por orden del entonces Presidente Pedro Santana.
Años de inestabilidad y nuevas luchas con Haití llevan a lo dominicanos a pedir nuevamente la anexión a España en 1860, la cual duró cinco años. En 1868, Buenaventura Báez quiso anexar el país a los Estados Unidos sin tener éxito. Siguieron años de revueltas y crisis hasta 1887, cuando Ulises Heureaux logró el poder, que conservó por doce años. Este amplía la industria azucarera, ayudado por trabajadores de varios países del Caribe. Aunque la vida del pueblo fue peor que durante la época de la colonia, los Estados Unidos aprovecharán esta ocasión para intervenir en la política del país durante el siglo XX.
HAITI
Haití sufrió 38 años de luchas políticas y sociales, situación que terminó en 1849, cuando Faustino Soulouque se proclamó emperador. Nuevamente, el crimen, las luchas sociales y el anarquismo sumieron al país en la miseria que heredaron los haitiarios del siglo XX.
CUBA Y PUERTO RICO
Cuba y Puerto Rico continuaron siendo colonias españolas hasta 1898, cuando pasaron a ser posesión de los Estados Unidos, durante la Guerra Hispanoamericana. El sentimiento separatista se había hecho sentir en la islas: Cuba, por su parte, siguió luchando su independencia y el 23 de septiembre de 1868, en Puerto Rico, se dio el Grito de Lares, un intento de los boricuas de liberarse de España. Mientras Cuba logró la independencia, a raíz d el cambio a la soberanía norteamericana, Puerto Rico se enfrenta al siglo XX con un nuevo gobierno, bajo la influencia de otra cultura y de otro idioma, sin dejar de ser parte de la región latinoamericana, en donde había nacido en el siglo XV.
VENEZUELA
Venezuela sufrió una oligarquía militar durante casi todo el siglo XIX, y la dictadura se impuso como la forma de gobierno predominante. José Antonio Páez encabezó el primer gobierno de la nueva nación; de corte centralista, el gobierno de Páez se caracterizó por: la pérdida del poderío económico y educativo de la iglesia; la aplicación de la pena de muerte para los crímenes políticos, y el continuismo de la esclavitud. Comenzó a levantar la economía, con lo cual logró: amortizar la deuda nacional; construir vías de comunicación, y dar impulso al comercio exterior con la venta del café y el cacao.
En la década del 1848 al 1858, desapareció la credibilidad de la administración pública, y comenzó a decaer rápidamente la economía del país. Los errores del gobierno liberal de los años 60 trajeron como consecuencia una nueva guerra civil, que concluyó con la presidencia de Antonio Guzmán Blanco. Su gobierno se caracterizó por garantizar el voto universal, y la elección directa del presidente por el pueblo. Guzmán Blanco gobernó durante 28 años, y trató de recuperar el crédito exterior, así como las inversiones extranjeras. El último presidente del siglo XIX, Cipriano Castro Ruiz, tomó la ciudad de Caracas al mando del ejército, y se convirtió en el gobernante más corrupto del siglo.
COLOMBIA
La República de Colombia atravesó 25 guerras civiles después de su independencia. Francisco de Paula Santander logró organizar las finanzas del país; aumentó el comercio interno y el externo; y dio comienzo a una época de prosperidad para la nación, que se interrumpió con la guerra civil de 1840, cuando se formaron los partidos políticos liberal y conservador. Se fomentó la cultura, se adoptó el sistema métrico, y se impulsó el comercio internacional. También, se preparó el tratado con Estados Unidos para la construcción del canal de Panamá. Bajo el gobierno del liberal Juan Hilario López, se pusieron en marcha las reformas del 50, que trajeron problemas con la Iglesia Católica al expropiársele los bienes. La Constitución de 1863 empeoró el problema al garantizar la libertad religiosa, suprimir las órdenes religiosas, y autorizar al gobierno a supervisar el culto público. Se sucedió una serie de gobernantes ineptos hasta 1880, cuando Rafael Núñez se convirtió en el amo. Estableció una nueva constitución, restableció las relaciones diplomáticas con el Vaticano, y el catolicismo volvió a ser la religión oficial del país.
ECUADOR
Luego de la independencia, Ecuador vivió una época violenta de luchas políticas y religiosas. Los gobiernos de Juan José Flores y Vicente Rocafuerte intentaron resolver los problemas del país, pero trataron al pueblo con mano cruel y déspota. De 1845 en adelante, el país sufrió momentos de anarquía que duraron hasta fines de siglo. Gabriel García Moreno, apoyado por la iglesia y los ricos terratenientes, subió al poder y trajo el primer periodo de progreso al Ecuador. Construyó escuelas, hospitales y vías de comunicación pero, irónicamente murió asesinado en las escaleras del palacio presidencial. Eloy Alfaro, el sucesor, desmanteló la estructura de gobierno. Dispuso que la educación la impartiría el gobierno y no la iglesia. Reguló los matrimonios, los divorcios y los entierros, y aceleró la economía del país al fomentar la exportación de productos nacionales.
PERU
Hasta 1844, en el Perú, se sucedieron cruentas guerras civiles. Bajo el gobierno de Ramón Castilla, el país comenzó a disfrutar de una vida pacífica, pues éste restableció el comercio, explotó comercialmente el salitre y el guano, estableció líneas de ferrocarril y el telégrafo, y abolió la esclavitud negra y el tributo al indio. Por constitución, se establecieron límites al poder presidencial, y se declaró el catolicismo como religión oficial. Antonio Pezot tuvo que enfrentarse a España, que quería recuperar su antigua colonia. Como resultado, se enfatizó la educación militar y la naval. Del 1879 al 1883, se libró la segunda Guerra del Pacífico entre Bolivia, Chile y Perú. Este perdería la zona salitrera, su mejor fuente de ingresos. Luego de otra guerra interna, Cáceres tomó el poder, y logró reorganizar económicamente al país. Piérola reinstaló la dictadura, y estableció un código militar pero fue un buen administrador.
BOLIVIA
Bolivia adoptó una constitución en 1826 basada en la división de poderes y el derecho al voto. La presidencia sería vitalicia, y el presidente podía nombrar a su sucesor. Se abolieron los privilegios sociales y la esclavitud, y se otorgaron derechos civiles a la población. Antonio José de Sucre, electo presidente, impulsó la economía del país pero no lo pudo sacar de la bancarrota. Su sucesor, Andrés de Santa Cruz, creó universidades y escuelas, e implantó el código penal español. Le siguió un periodo de anarquismo hasta subir al poder Hilario Daza. Durante la guerra del Pacífico, Bolivia había perdido su única salida al mar y los ingresos de la producción del salitre. Para poder salvar al país, había que rescatar la economía, y los sucesores de Daza se encargaron de ello.
CHILE
La República de Chile comenzó su vida independiente en medio de una gran desorganización administrativa. El pueblo veía el cuerpo militar como la única salvación. Bernardo O'Higgins fue designado director del país. Su administración provocó malestar entre el pueblo, al eliminar los títulos nobiliarios, e intervenir en los asuntos eclesiásticos. Fundó escuelas y la biblioteca nacional. Tras ser obligado a renunciar, el país atravesó una época de anarquía durante la cual se abolió la esclavitud. La constitución de 1826 dividió al país en ocho provincias. Con la subida de Prieto al poder, comenzó una época de progreso y de orden. Se les concedió el voto a los varones mayores de veinticinco años que supieran leer y escribir, y, además, tuvieran propiedades. De 1841 a 1851, comenzó la expansión del comercio de las minas de cobre. Con Manuel Montt, el déspota ilustrado, el país continuó su acelerado progreso económico y cultural.
ARGENTINA
Fuertes luchas por lograr la unificación territorial de las diferentes regiones argentinas entre federalistas y centralistas iniciaron la vida independiente de la república. Se convocó un congreso en Tucumán como último intento por salvar la unión pero no tuvo efecto. En 1829, se eligió gobernante a Manuel de Rosas, verdadero caudillo del pueblo. Rosas procuró equilibrar las diferentes clases sociales mientras dominó con mano férrea. En 1852, se presentó una constitución que integraba en un país a todas las regiones del antiguo Virreino de la Plata, hecho que trajo como consecuencia otra guerra civil, ante el rechazo que el documento sufrió entre algunos sectores que se oponían a la integración de un gobierno central. Bartolomé Mitre asumió el poder, seguido por Domingo Faustino Sarmiento, y otra guerra civil. En 1880, Buenos Aires fue proclamada capital de la república. A partir de entonces, se terminó la guerra con los indios, se ocupó y colonizó el desierto, se construyeron líneas ferrocarrileras, se fomentó la agricultura, se establecieron el matrimonio civil y la ley de educación.
URUGUAY
Tanto el Uruguay como el Paraguay se consideraban provincias de Argentina cuando ésta era, aún, el virreinato de La Plata. Por esta razón, su independencia fue obtenida de la Argentina, y no de España. Durante las dos primeras décadas de vida libre, surgieron los partidos políticos uruguayos: el colorado y el blanco. Sus luchas llevaron al país a vivir un estado de guerra durante casi todo el siglo XIX. El poder logró centralizarse bajo el gobierno de Lorenzo Latorre, en 1876, quien mejoró la ganadería, terminó con el poder caudillista, y pacificó las zonas rurales.
PARAGUAY
La independencia de Paraguay se reconoció casi a mediados de siglo. Inmediatamente, comenzó un periodo de progreso, gracias a la ayuda de los países europeos y Estados Unidos. El Estado fue el principal empresario, gracias a su flota, sus astilleros y su poderoso ejército. Del 1841 al 1870, se resolvieron los problemas con el extranjero pero no así los internos, ya que una guerra civil dejó destrozado el país en 1865. En los últimos años del siglo, se vivieron días de lucha entre los dos partidos políticos: el liberal y el colorado.
BRASIL
Bajo las monarquías de Pedro I y Pedro II que duraron 67 años, es decir, hasta 1889, el pueblo brasileño conoció una época de progreso que se tradujo en intervenciones activas de Brasil en la política interna de muchos países suramericanos. La iglesia y los terratenientes combatieron la monarquía ante la amenaza de perder sus pertenencias, la primera, y las tierras y los esclavos, los segundos. En 1887, se produjo un golpe de estado que puso fin a la monarquía. Durante más de un año, gobernó una autocracia militar que produjo la separación de la Iglesia y el Estado, y estableció el matrimonio civil.
PROBLEMAS FUNDAMENTALES DE LA VIDA INDEPENDIENTE
Durante el siglo XIX, los gobiernos de los países recién independizados se vieron influidos por las fuerzas militares, la sucesión dinástica en el gobierno, las técnicas de gobierno no delimitadas, los golpes de estado, el exilio de los ciudadanos más capaces, y el constante fracaso de las constituciones
En el momento de tomar las riendas de los nuevos estados americanos, el elemento criollo no estaba preparado para dirigir el país. Las guerras de independencia fueron encabezadas por hombres dedicados a la carrera militar, que dominaban las técnicas de mando pero que -apenas- poseían cualidades o principios de administración pública. Como consecuencia de sus victorias militares, controlaron las masas populares, y fueron convirtiéndose en caudillos del pueblo, como Simón Bolívar y José de San Martín. Hubo líderes buenos y malos, pertenecientes a todas las clases sociales, del pueblo o de la clase alta, pero todos con algo en común: su preocupación por la patria. La mayoría de las veces, empezaron luchando por causas nobles, aunque terminaran imponiendo su voluntad, por fuerza o por doctrina, para mantenerse en el poder.
El dictador, por lo general, llegaba al poder después de derrocar el régimen existente. Las dictaduras toman auge en América Latina en las postrimerías del siglo XIX.
La diferencia entre ambos líderes, el caudillo y el dictador, estriba en la forma en que llegan al poder: el caudillo recibía el apoyo de las masas del pueblo, era un líder natural, y tenía grandes sectores del pueblo incondicionalmente a sus órdenes. Por el contrario, el dictador era un líder que se apoyaba en las fuerzas militares para ejercer el control de la región. Su gobierno, tiránico y totalitario, menospreciaba o ignoraba el poder legislativo. Tanto uno como el otro promovieron inestabilidad política durante los años posteriores a la independencia.
La única excepción fue Brasil ya que, una vez logró su independencia de Portugal, llevó una vida pacífica libre de dictaduras durante todo el siglo XIX. Esta situación permitió al país iniciar una vida independiente más productiva que la de otras regiones. Como resultado, el desarrollo económico que alcanzó el país durante el siglo XIX fue más sólido.
BIBLIOGRAFIA
• Enciclopedía Ilustrada Cumbre, 25ta edición, 1984
• Enciclopedía Autodidactica Quillet, 26ta edición, 1985.
• Rodríguez, Angel. "América Latina: Tierra de Contrastes". Ediciones Santillana, Pto. Rico. 1992.
RESEÑAS DE LA INDEPENDENCIA 2
La independencia de Colombia y en general de América nos llevan al análisis de una serie de factores condicionantes y fuerzas históricas que centralizan sus tendencias de cambio en un ciclo en el cual se presenta una serie de hechos políticos, militares, socioeconómicos, culturales e ideológicos interrelacionados, los cuales manifiestan una crisis general y un cambio político, del cual surgieron los nuevos Estados Nacionales en América y entre ellos Colombia.
La independencia se presento como la culminación de una crisis que tuvo gestación y maduración en la sociedad colonial y se manifiesta por un sentimiento de rechazo de la sociedad dominante.
Al hablar de crisis nos referimos a la modificación de ideas e instituciones en una sociedad y a los cambios de sus estructuras políticas, socioeconómicas, culturales, ideológicas y esto los lleva a la revolución.
La revolución de la independencia española se expandió en la colonia americana, formándose un conjunto de crisis y proyectando la ausencia o el vacío del poder.
Esta revolución de independencia presenta una dinámica interna en relación con los estamentos sociales, en especial los estamentos inferiores (Indígenas, negros y mestizos) y el grupo criollo del estamento supremo de la sociedad neogranadina.
La historia social se manifiesta por el ambiente de tensión social, los sectores populares manifiestan descontento contra las autoridades coloniales en lucha de libertad contra la esclavitud, injusticia, impuestos y mala distribución de la tierra.
Otra causa fue el enfrentamiento entre los criollos patriotas contra los peninsulares. La elite criolla condujo sus fuerzas a buscar el poder y la liberación del gobierno español estos criollos letrados se presentaron como los ideólogos de la revolución, elaborando la estructura del nuevo estado a través de su constitución y sus leyes.
Los criollos comerciantes y artesanos buscan la libre empresa, la libre competencia y el establecimiento de la liberación económica y política.
El otro grupo criollo es el de la aristocracia rural, esta compuesto por terratenientes, hacendados y propietarios de los grandes latifundios, algunos de ellos colaboraban con los españoles o con los peninsulares; para defender y proteger sus propiedades.
La otra cuando los sectores inferiores colaboraron con la lucha revolucionaria la cual culmino con la conformación de la gran Colombia.
La lucha por el poder unió a todos los americanos, para poder utilizar en provecho propio los recursos; pero esto demando sacrificio de todas las regiones tanto financieros como personales, llevando la rivalidad y envidia por tener que estar subordinados a otras regiones.
Simón Bolívar comprendió y argumento que el fortalecimiento y el progreso no llegaría a las jóvenes repúblicas sino se establecía una estructura política que les permitiera enfrentarse en un plano de igualdad. Con las potencias existentes en Europa de allí su convencimiento sobre la unidad de hispano América y su gran sueño de Colombia como una sola nación de la unidad entre Venezuela, Cundinamarca y Quito. Esta idea se centraliza en la formación de ligas de solidaridad y en estados grandes y fuertes capaces de influir en la política internacional.
La guerra de independencia canalizo la cooperación de granadinos y venezolanos e imprimió la idea bolivariana de la fuerza y el progreso a través de la integración política de los países del norte de sur América.
EL SUEÑO DE LA GRAN COLOMBIA
Antonio Javier Jaramillo
Marzo 1 de 1999
La independencia se presento como la culminación de una crisis que tuvo gestación y maduración en la sociedad colonial y se manifiesta por un sentimiento de rechazo de la sociedad dominante.
Al hablar de crisis nos referimos a la modificación de ideas e instituciones en una sociedad y a los cambios de sus estructuras políticas, socioeconómicas, culturales, ideológicas y esto los lleva a la revolución.
La revolución de la independencia española se expandió en la colonia americana, formándose un conjunto de crisis y proyectando la ausencia o el vacío del poder.
Esta revolución de independencia presenta una dinámica interna en relación con los estamentos sociales, en especial los estamentos inferiores (Indígenas, negros y mestizos) y el grupo criollo del estamento supremo de la sociedad neogranadina.
La historia social se manifiesta por el ambiente de tensión social, los sectores populares manifiestan descontento contra las autoridades coloniales en lucha de libertad contra la esclavitud, injusticia, impuestos y mala distribución de la tierra.
Otra causa fue el enfrentamiento entre los criollos patriotas contra los peninsulares. La elite criolla condujo sus fuerzas a buscar el poder y la liberación del gobierno español estos criollos letrados se presentaron como los ideólogos de la revolución, elaborando la estructura del nuevo estado a través de su constitución y sus leyes.
Los criollos comerciantes y artesanos buscan la libre empresa, la libre competencia y el establecimiento de la liberación económica y política.
El otro grupo criollo es el de la aristocracia rural, esta compuesto por terratenientes, hacendados y propietarios de los grandes latifundios, algunos de ellos colaboraban con los españoles o con los peninsulares; para defender y proteger sus propiedades.
La otra cuando los sectores inferiores colaboraron con la lucha revolucionaria la cual culmino con la conformación de la gran Colombia.
La lucha por el poder unió a todos los americanos, para poder utilizar en provecho propio los recursos; pero esto demando sacrificio de todas las regiones tanto financieros como personales, llevando la rivalidad y envidia por tener que estar subordinados a otras regiones.
Simón Bolívar comprendió y argumento que el fortalecimiento y el progreso no llegaría a las jóvenes repúblicas sino se establecía una estructura política que les permitiera enfrentarse en un plano de igualdad. Con las potencias existentes en Europa de allí su convencimiento sobre la unidad de hispano América y su gran sueño de Colombia como una sola nación de la unidad entre Venezuela, Cundinamarca y Quito. Esta idea se centraliza en la formación de ligas de solidaridad y en estados grandes y fuertes capaces de influir en la política internacional.
La guerra de independencia canalizo la cooperación de granadinos y venezolanos e imprimió la idea bolivariana de la fuerza y el progreso a través de la integración política de los países del norte de sur América.
EL SUEÑO DE LA GRAN COLOMBIA
Antonio Javier Jaramillo
Marzo 1 de 1999
viernes, 22 de enero de 2010
lunes, 18 de enero de 2010
domingo, 17 de enero de 2010
Frases de Bolivar
"Todos los pueblos del mundo que han lidiado por la libertad han exterminado al fin a sus tiranos"
Bolivar
Bolivar
¿POR QUÉ NOSOTROS CON EL BICENTENARIO?
En la INSTITUCIÓN EDUCATIVA RURAL EL TAMBO Y SU SEDE PANTANILLO hemos querido conmemorar el BICENTENARIO, realizando diversas actividades y entre ellas este blog que hemos llamado NOSOTROS CON EL BICENTENARIO.
¿Qué podemos hacer en este blog?
- Podemos participar escribiendo nuestros artículos, poemas, cuentos acerca del bicentenario: Colombía pasado, presente y futuro. "El país que soñamos".
- Podemos particpar publicando imégenes interesantes que nos hagan pensar, reflexionar.
- Podemos interacturar con nuestros comentarios.
¿Quiénes pueden participar?
Ojalá... TODA LA COMUNIDAD.
Bicentenario en 200 preguntas.
En 1910, para celebrar los 100 años de independencia de Colombia, el gobierno lanzó una convocatoria para que cualquier ciudadano escribiera el libro de la historia oficial. Un siglo después, el Ministerio de Educación lanzó Historia Hoy, aprendiendo con el Bicentenario de la Independencia, una reflexión para que desde los colegios se construyan relatos diversos y plurales. Desde el año pasado el Ministerio recolectó cualquier pregunta que tuvieran los jóvenes sobre el período de la Independencia. De las 16.501 que llegaron, un grupo de expertos seleccionó las 200 mejores, que serán respondidas una a una por historiadores y publicadas en el portal Colombia aprende. Muchas de las interrogaciones reflejan la curiosidad, la inteligencia y el presente de estos niños.
¿Por qué nuestros héroes antepasados no narraban sus derrotas, sino sus triunfos? (Alejandra Rhenals Petro, grado 11, Montería, Córdoba).
¿De dónde salió el dinero para costear la guerra de Independencia? (Anderson Fabián González Vera, grado 10, Arauca, Arauca).
Durante la época de la Independencia, ¿qué labores llevaban a cabo las mujeres criollas? (Jenit Margueth Vega Carrillo, grado 10, Suratá, Santander).
¿Qué afrocolombianos jugaron un papel importante en la Independencia de nuestro país? (Jesús Andrés Arriaga Murillo, grado 9, Quibdó, Chocó).
En la Independencia de Colombia, ¿reclutaban niños para las batallas? (Valentina Gaona Rincón, grado 6, Puerto Carreño, Vichada).
¿Cuáles eran las comidas típicas hace 200 años en Colombia y en qué regiones se preparaban? (Jonathan Mejía Castaño, grado 7, Fredonia, Antioquia).
En la Nueva Granada, ¿cómo piropeaban los hombres a las mujeres para conquistarlas? (Aníbal Badel Bocanegra Castro, grado 6, El Copey, Cesar).
¿Cómo se celebraba la Navidad hace 200 años? ¿Había árbol de Navidad o pesebre? (Carlos Andrés Plazas Díaz, grado 8, Bogotá, D. C.).
Si existen hoy los cultivos ilícitos, ¿existían los cultivos ilícitos hace 200 años? (Sebastián Colorado, grado 6, Concordia, Antioquia).
En esa época, ¿qué métodos de tortura se usaban, si es que usaban, y por qué razones o delitos eran empleados? (David Fernando Garzón Rodríguez, grado 9,
Florencia, Caquetá).
Tomado de SEMANA.COM
Bolívar, un mito de varias caras
Además de conocerse a sí misma, ¿por qué a una nación le interesaría saber más, debatir y cuestionarse hechos políticos de hace doscientos años? Con esa pregunta partió el encuentro de historiadores el miércoles en Cartagena, para cerrar en el día de hoy con una mirada hacia el futuro.
Aunque respuestas hay tantas como historiadores, lo cierto es que más que obtener conclusiones estudiando el pasado de manera objetiva, sucede que se buscan en los hechos de entonces los mitos de la actualidad. De alguna manera, así lo explica el historiador Georges Lomné, quien habló con El Espectador.
En relación con su conferencia de este jueves, ¿por qué una sociedad compacta como la neogranadina se divide entre realistas y criollistas?
La idea romántica (acuñada por Humboldt) de que los criollos creían tener una esencia americana, es errónea. Ellos, incluso Nariño, Caldas o Camilo Torres, se pensaban españoles de ultramar y no americanos. Esta nueva identidad americana fue producto del shock que generaron los mensajes provenientes de la Regencia española en enero de 1810, cuando les dijeron: “Ustedes no son colonos en tierras foráneas, son españoles de América”. De ese desengaño brota la ambigüedad entre realistas y nacionalistas y también el mismo Memorial de Agravios.
Pero hoy es difícil entender que la motivación de la Independencia no fuera crear naciones americanas. Para nosotros es como una gran desilusión.
Sí había un deseo de autonomía, pero para hacer una patria dentro del Reino de España. Es que todavía en 1810 los descendientes de españoles quieren mucho al rey. Sólo en 1813 se empezaron a levantar. Pero durante la Junta todavía querían ser una patria dentro de un reino, como una especie de Commonwealth hispana.
Entonces la influencia de la Revolución Francesa en la Independencia es un mito?
¿Sabe quién le pasó a Nariño el libro de los Derechos del Hombre? El mismo virrey Ezpeleta, que había traído el libro de Francia. Nariño no pensaba traicionar al reino al hacer la traducción, pues para él eran principios abstractos, con un matiz bastante cristiano. Sólo cuando lo distribuyen en la plaza, un cura le dice a Nariño que debe tener cuidado porque esto podría ser mal interpretado. Entonces los recogen y queman. Pero hay otras evidencias de la influencia de la Revolución: los pasquines violentos en contra del régimen español que se pegaron por todo Bogotá en agosto de 1794. Cuando Ezpeleta hace la investigación criminal, le cuentan que Nariño tradujo los Derechos del Hombre, pero eso había sido casi un año antes. Además, hay rumores de complot antichapetón. Todos estos elementos y los impresos con documentos traducidos del francés prueban que había interés en lo que había sucedido en Francia. Sólo que los fiscales exageraban para justificar sus investigaciones, entonces los historiadores que se basan en la versión de los documentos de la investigación criminal le dan más énfasis a esto que lo que en realidad tuvo.
¿Del primer centenario a este han cambiado las verdades históricas?
Respondo con el aforismo de Benedetto Croce: “No hay historia si no es contemporánea”. Es decir, que cada período escoge sus paradigmas de interpretación. En 1910, la Independencia se conmemoró bajo el lema del centralismo bolivariano y del catolicismo y así lo quiso el presidente Reyes. En este bicentenario el lema es la diversidad cultural. El énfasis está en las regiones, se habla de “Las independencias”, otro paradigma. Hay que aprovechar el bicentenario no para conmemorar, sino para pensar la independencia. Me inquieta el aumento de imaginarios, de mitos nuevos que generan una gran conmemoración. Por ejemplo, es interesante pedir a los niños que lo pinten, refleja los imaginarios, pero en realidad añades capas de mito.
Que seguramente refleja deseos...
Sí, pero uno se aleja del verdadero desarrollo histórico.
¿Como se relaciona esto con la actualidad. Por ejemplo, el bolivarianismo de Hugo Chávez hace parte de esas nuevas capas de mito?
Este es todo un tema aparte. Chávez ha escogido uno de varios Bolívares, el de Angostura. Le conviene éste y no el de 1813 o el de 1829, que era dictador. Bolívar es un personaje proteico que cambió de posiciones. Cuando él dice que va a sentarse en la doctrina de Bolívar, es complejo porque no hay tal, pues Bolívar cambió de opinión sobre muchos temas. De joven era masón y terminó su vida como católico acérrimo, firmando un nuevo concordato con el Vaticano. Cambió de federalista a centralista. De jacobino terminó casi monárquico. O sea que la doctrina bolivariana no existe, a menos de que uno escoja un solo discurso, como el de Angostura, en donde habla del cuarto poder, el poder moral, etc.
O el momento que le acomode...
Lo que busca Chávez es tener instituciones con el espíritu que mencionábamos. Como dijo Montesquieu y también Simón Rodríguez, “no imitemos, inventemos; si no, erramos”. Así, mientras la Constitución de Cúcuta esta inspirada en las posiciones francesa y norteamericana, la Constitución boliviana del 26 trata de acercarse, pero se enfrenta a un problema ético pues plasma el ejercicio del poder vitalicio, que es lo que intenta hacer Chávez ahora. Entonces el suyo es el Bolívar de Angostura, pero está fascinado por el período de 1826 y quiere replicar ese gran proyecto continental, que fracasó porque Lima no aceptó. Sólo Bolivia y Quito fueron los aliados de Bolívar, en otras palabras, la de 1826 y 1827 era la misma configuración de hoy.
Si la larga duración puede explicar la geopolítica actual, en este caso es precisa: Perú y Colombia enfrentados a Venezuela, Bolivia y Ecuador. Bolívar dio su nombre a Bolivia porque era su país preferido; como era el más indígena, él creía que podría ser el crisol de una verdadera americanidad. Por eso deja a Sucre de presidente y a Simón Rodríguez de ministro de Educación y se va a Quito por razones sentimentales, una de sus provincias más queridas. El Bolivarismo de los indígenas bolivianos hoy es posible porque data de entonces. Por el contrario, en Ecuador el movimiento indígena pachacuti odia a Bolívar, como lo hicieron los indígenas de Quito. Y así como los limeños odiaban a Bolívar y las gestas de independencia, hoy no van a celebrar Bicentenario, para ellos fue un atropello.
Bolívar, un mito de varias caras
Por: Sara Araújo Castro
El historiador francés Georges Lomné habla de los mitos que se tejen en torno a personajes como Simón Bolívar.
Machismos...¿doscientos años igual?
"A los machos, varones de dar y tomar, se nos olvida que nuestros dioses primigenios, allá en el paleolítico, mesolítico y comienzos del neolítico, eran mujeres, la diosa madre, unas representaciones opulentas, rellenas, de cadera y bustos generosos. Y esto no es gratuito, la madre naturaleza (tierra) bien se homologaría con ella.
En las sociedades salvajes la mujer, antes que hermosa y joven, era símbolo de fecundidad, concepto que englobaba a las diosas mismas. Ellas aparecían como mujeres mayores con genitales súper-desarrollados. El Matriarcado es progenitor del Patriarcado.
Este rol principal de la mujer será ostentado hasta tanto el sedentarismo sea la norma (cosa que en muchos sectores del mundo demoró bastante tiempo). Ella se ocupaba de la reproducción, de la alimentación y del vestido. Eran tiempos en los que se atribuía el papel fecundador al viento (nótese el parecido con las cosmologías donde el viento o espíritu poseía estos dones), ellas, las reinas tenían sexo por placer con quien les pareciera pero no asociaban la copulación heterosexual con parto.
Posiblemente ellas hayan descubierto la agricultura.
Lentamente al varón se le fueron concediendo roles secundarios como salvaguardar militarmente al territorio, cazar y cuidar los rebaños.
La transición de matriarcado a patriarcado, en Egipto por ejemplo se dio plenamente después del 3.100 a.C. cuando asciende la primera dinastía al poder. Como se heredaba por línea materna, los varones empezaron a casarse con sus propias hermanas para perpetuar la estirpe y el poder en manos familiares, trocando la línea de poder. Ahora las divinidades principales eran varones, así como los reyes eran varones, quien mandaba en el hogar eran los varones…
Parte del resquemor y resentimiento contra la grandeza femenina en la implementación de nuestra cultura nos la transmite Hesíodo (años 600 a.C), cuando contándonos el mito de Prometeo, involucra a Pandora y su curiosidad nociva para la civilización. Dato recogido por los escribas del Génesis para la confección del relato del Edén.
Lo que seguía claro era que mujer que no fuera fértil era despreciada y condenada.
Con la aparición del Estado y las clases sociales diferenciadas por factores de riqueza se empieza a dignificar el concepto de belleza en la mujer a nivel social. Poemas, concursos de belleza hablan del medio griego y la exaltación de la belleza femenina como la cualidad excelsa de las damas. Los desnudos artísticos eran frecuentes, la armonía de las formas y demás primaban para ellos, pero cosa curiosa tenía mayor aceptación los desnudos masculinos de atletas y guerreros. O sea que solo en ciernes, algo de relevancia empezó a tener el bello sexo entre las civilizaciones.
En las sociedades campesinas de la edad media, las mujeres eran diabolizadas por su “mágico” encanto con los hombres; generalmente eran consideradas brujas. El oscurantismo religioso patrocinado por la Iglesia oficial, estigmatizaba la vanidad femenina, su coquetería y atractivos físicos como algo maligno y pecaminoso. Es más, a nivel artístico ya no había desnudos ni alusiones directas a ellas, si se exceptúa a la virgen María, quien es representada, antes que como mujer, como paradigma de la madre de Cristo.
Es en el renacimiento cuando la belleza femenina vuelve a ser considerada como algo importante, se reconoce su superioridad estética y se elogian sus atributos físicos y espirituales. Ahora pasa a ser la emanación de la belleza divina (ángel). La belleza pasará a ser considerada un camino para llegar a Dios y, en los medios laicos, lo mismo se hará con la juventud. La Iglesia se resistía a estas procacidades.
Es en el renacimiento cuando la belleza femenina vuelve a ser considerada como algo importante, se reconoce su superioridad estética y se elogian sus atributos físicos y espirituales. Ahora pasa a ser la emanación de la belleza divina (ángel). La belleza pasará a ser considerada un camino para llegar a Dios y, en los medios laicos, lo mismo se hará con la juventud. La Iglesia se resistía a estas procacidades.
Luego en los siglos XVIII y XIX, artísticamente los desnudos femeninos representan figuras yacentes, pasivas, entregadas únicamente al placer de dejarse ver, de ser admiradas y deseadas (la mujer que sueña ser poseída por los hombres, lograr un matrimonio conveniente y estabilizar su existencia). Hasta este instante, lo feo era sinónimo de pecado y de vicio, no así la belleza, que se homologaría con virtud. Los pensadores socialistas coincidían en que la igualdad y la emancipación de la mujer eran objetivos de la sociedad socialista. Engels considera que la causa de la discriminación de la mujer esta en la división social del trabajo, por lo que es necesaria la incorporación de la mujer al trabajo y la desaparición de la familia como unidad económica.
En Colombia la mujer solo tenía dos connotaciones, o era un bien sagrado (virgen-mujer) o era un bien para el placer (matrimonio, renunciando a sus libertades y derechos mínimos). La prostitución era un mal necesario, tolerado moralmente.
El código civil en 1886 consideraba que «el marido debe protección a la mujer y la mujer obediencia al marido»; o como decía Goethe: La casa del hombre es el mundo, el mundo de la mujer, es la casa.
Esto fue cambiando y al empezar el siglo XX, la belleza se aisló de cualquier connotación moral, siendo esta primera cualidad femenina, más allá de su capacidad de procreación y producción, la que catapultó socialmente a la mujer. Es por eso que la belleza femenina es tan importante para la sociedad actual.
En 1889 en Norte América se admite el voto femenino. La primera guerra mundial fue una gran oportunidad para las aspiraciones feministas. La consecución de puestos de trabajo tradicionalmente desempeñados por hombres que luego conservaron, hizo que el gobierno derogara en 1915 una ley que imponía limitaciones a la mujer en el desempeño de oficios especializados.
¿O sea que la mujer era prácticamente invisible en la historia de Colombia antes de esas fechas?. No exactamente. Se sabe, por ejemplo, de un manifiesto firmado por 300 mujeres en 1903 exigiendo al vicepresidente Marroquín, la defensa de la soberanía nacional en Panamá. Lideraba el movimiento doña Soledad Acosta de Samper.
En 1927 ya se consigue la igualdad total de voto en Inglaterra, lo que supuso dos millones de exceso de voto femenino.
En Colombia, desde el código penal de 1890 el homicidio cometido en persona de su legítima mujer o en el de una descendiente suya a quien sorprenda en acto carnal o en actos preparatorios de el con un hombre que no sea su marido, se consideraba inculpable absolutamente. O sea que para resarcir el honor del varón, el Estado le otorgaba el derecho de imponerle la pena de muerte, sin juicio previo. En 1936 cambiaron las cosas; el Congreso de mayoría liberal (vaya paradoja) democratizó (lo hizo extensivo a cónyuge, padre, madre, hermana o hermano) y disminuyó las penas respectivas de la mitad a las tres cuartas partes. Fue el famoso uroxidio justificado por la ira e intenso dolor, que solo hasta 1980 fue borrado de nuestra constitución. Pero como curiosidad ese año de 1936 las autorizó para desempeñar cargos públicos.
El decreto 1003 de 1939 implantó como obligatorio, algo que la costumbre ya había establecido: la mujer debía tomar el apellido del marido, agregándolo al suyo, seguido de la preposición “de”.Este decreto tan solo fue abolido hasta 1974 por medio del decreto 2820, que estableció la igualdad jurídica de ambos cónyuges. Después de eso, quedó sin piso jurídico el adulterio de la mujer (pero el del hombre no) como causal de separación
En 1918 el parlamento norteamericano aprobó un proyecto de ley que concede el voto a las amas de casa, si bien ponía límites para que no superaran los votos femeninos de los varones. La edad mínima para votar era de 21 años para los hombres y 30 para las mujeres.
La Ley 28 de 1932reconoció los derechos económicos de la mujer casada. (Adiós al monopolio de la dote o herencia).Pero se quedó en el papel mucho tiempo. Antes de eso la potestad marital residía en el hombre, tanto así que la mujer casada no podía disponer de sus bienes, ni adquirir compromisos económicos trabajar siquiera fuera de la casa sin autorización escrita del esposo. Con tan solo casarse, los bienes de la mujer pasaban a ser administrados por el marido. Tenía la obligación “de vivir con el hombre y seguirle donde quiera que éste traslade su residencia”. Era tal el ascendiente varonil sobre las damas que estaba autorizado a supervisar las amistades y hasta la correspondencia de su compañera.
La primera mujer bachiller admitida en la Universidad Nacional de Colombia, lo fue en el año de 1936. Antes de eso algunas mujeres habían sido admitidas en la Universidad de Antioquia.
En 1937 se graduó la primera profesional del país, como odontóloga: Mariana Arango Jaramillo, en la Universidad de Antioquia. Antes de eso la educación femenina enfatizaba en ayudas para el desempeño de sus funciones naturales de madre y esposa. Solo se les permitía el magisterio.
En 1945se le dio la ciudadanía a la mujer pero solamente podían ser elegidos los varones y el sufragio también lo podían ejercer solamente ellos.
Solo en 1954, la Asamblea nacional constituyente convocada por Gustavo Rojas Pinilla otorgó a la mujer el derecho de elegir y ser elegida. Tan solo en 1957 con el plebiscito nacional pudo ejercer por primera vez esta función
En Francia, la Constitución de 1946 garantiza a la mujer en todos los órdenes derechos iguales a los del hombre.
En países del tercer mundo como Colombia, al varón se le perdonaban sus deslices por una cierta debilidad biológica que estaba más allá de cualquier moral; no así la mujer quien era la depositaria del hogar y madre de los hijos legítimos, sujeta al rígido control marital y social. Se le exigía perdón y olvido para las debilidades de su marido. El sexo marital era exclusivamente para la procreación, conceptos como placer para ellas estaba proscrito. Imagínense el concepto de virginidad.
Siendo la belleza un vehículo de ascenso social y económico, se restringió en sus comienzos a las clases aristocráticas, no a las clases pobres ni mucho menos a las campesinas. Pasada la segunda guerra mundial, el fenómeno se masificó gracias a la prensa, la televisión, el cine y demás medios de multitudes. Cambian las concepciones de belleza decorativa de peinados ampulosos, corsés y vestidos de etiqueta, por el culto al cuerpo como tal. Se le dice adiós a la grasa, a las arrugas, entra en vigor la cultura de lo Light. Las feministas vieron en esta revolución otro factor de sometimiento por parte de la cultura de mercado.
Los métodos anticonceptivos dieron a la mujer una libertad, un desprendimiento de la responsabilidad perenne entre sexo por placer y reproducción. Ya no será más valorada por su maternidad.
Si las mujeres persisten en mantener esos valores de la delgadez y la apariencia bella, es porque no se resignan al rol de madres y progenitoras.
A mediados de siglo XX, el feminismo paralelizó lo personal con lo político: denunciando la violencia conyugal y física. Antes las mujeres estaban marginadas de los focos de poder. Pero la política es más acorde con las cualidades masculinas de competencia por el poder, de agresividad, de ser más importantes que otros. Las mujeres con más proclives a la colaboración, no les interesa derrotar a otros.
Y habría muchísimo más qué contar sobre la historia de Colombia en relación a las mujeres, pero por hoy es suficiente".
sábado, 16 de enero de 2010
Cultura afro
Manuel Zapata Olivella describe realidades de los afrocolombianos, la etnia más sufrida en el país.
Médico, novelista y antropólogo, está ligado a la africanidad y su lucha por su identidad y la colombiana.
¿La Ley de Manumisión de los esclavos de 1851 significó su libertad?
Si les hubiera dado plena libertad, el destino del país habría sido otro. Pero negaba el voto a descendientes de afros, a mujeres y analfabetas. Cuando ponen en libertad a los afros en 1852, los dejan tirados. No tienen empleo, tierra, casa, ni personalidad política. Los convirtieron en parias abocados a trabajar en las tierras de sus antiguos amos, que ya no les regalaban comida ni vivienda, sino un salario irrisorio. Entonces los antiguos esclavos decían: “Cuando era esclavo, me sentía libre; ahora que soy libre, me siento más esclavizado”. En el Pacífico, los manumisos se largaron para la selva, lo cual les permitió conservar sus valores.
¿Qué constituyó para ellos la Constitución del 91?
Es trascendental: por primera vez se reconoce que Colombia es multiétnica y pluricultural. Pero no se dice cuáles son las etnias ni las culturas. No se menciona a los aborígenes colombianos, a los descendientes de africanos ni de españoles.
Tomada esta definición de la Unesco que eludía la alusión a razas vocablo que se convirtió en tabú desde el nazismo, se determinó que Colombia, al igual que el resto del mundo, era multiétnico y pluricultural. Esa definición los constituyentes la aterrizaron afirmando que en Colombia existen minorías negras, con lo cual desconocen la africanidad del negro colombiano.
¿Qué hubiera sido lo correcto?
Referirse a los amerindio-colombianos, los indios, a los afrocolombianos y finalmente a los hispano-colombianos. Fui el primero que habló de la trietnicidad colombiana.
¿Es deficiencia de la Constitución?
Deficiencia y estigmatización racista.
¿Hasta dónde esas comunidades están vinculadas al ámbito social, político y cultural del país?
A partir de comienzos del siglo XX empezaron a acceder al parlamento afrodescendientes como Isaac Robles, Manuel Mosquera Garcés, Adán Arriaga Andrade, Herrera Anzoátegui. Para ello necesitaron hacerse liberales o conservadores. Dentro de estas luchas surge un mulato: Sofonías Yacub, quien logró que Chocó fuera Intendencia. El siguiente paso lo dio Diego Luis Córdoba quien como primer senador chocoano logró, mediante una ley de 1947, que Chocó fuera departamento. Otros afrodescendientes de Nariño, Cauca y Chocó comenzaron a hacer política en los partidos tradicionales.
¿Cómo es la participación política de los afrocolombianos?
La Constituyente del 91 les otorgó derecho a tener dos representantes. ¡Cómo será su sentido político que para las últimas elecciones se inscribieron más de 130 listas de minorías negras!
En cuanto a reivindicaciones, ¿en qué se diferencian los indios de los afrodescendientes?
Los afrocolombianos, a diferencia de los indios, no hablan de la madre tierra, no la consideran como su patrimonio constitucional y en cambio reivindican derechos políticos.
¿Cómo se reparten las etnias en la población colombiana?
En el censo de los 60, el primero en que se preguntó a los censados a qué raza pertenecían, el 14 por ciento respondió que era blanco; el 5 por ciento, negro, y el 1 por ciento indio. El ochenta restante se reparte en un 40 mulata y el otro 40, triétnica. El 80 por ciento del colombiano es mestizo.
¿Cómo está representado lo afro en la literatura colombiana?
El primero de los grandes escritores afro en Colombia fue el general Juan José Nieto, en 1863 nombrado gobernador de Cartagena. En 1844 escribió la novela Ingermina la hija del Capitán. Otro escritor destacado es el poeta Candelario Obeso. Cuando apareció mi novela Changó, el gran putas, los más relevantes críticos afronorteamericanos se sintieron felices porque era la primera vez que aparecía una novela donde todos sus héroes tienen alma africana.
¿Y presencia del afro en escritores colombianos no negros?
Uno de los primeros que describió la vida de los afros en América fue Isaacs. Carrasquilla escribe la obra más importante de los 20 del siglo pasado: La Marquesa de Yolombó, primera novela colombiana con temática afro que trasciende a América. Aunque en Cien años de soledad sólo hay un negro, habría que preguntarse si no se está refiriendo, como él mismo lo afirmó en Estocolmo, a esa América que desde la Conquista fue separada de la cultura universal como territorio de barbarie. Cuando describe la matanza de las Bananeras, tampoco determina la realidad de que los sacrificados eran afrodescendientes. Cuando Gabo va a Angola, declara que de repente se da cuenta de lo negro que era él.
De todas las expresiones del alma africana, ¿cuál se destaca?
El baile. El africano baila desde el vientre materno. No lo he dicho yo solamente, sino unos diez autores connotados. Han afirmado que de los pueblos del mundo, el más religioso es el africano.
¿Qué religión se destaca allí?
Los africanos son religiosos en el sentido de adoradores de la naturaleza: el agua, la luna, etc. Un sacerdote portugués que vivió en Angola durante 40 años escribió El mantú, filosofía bantú. Para él, en la esencia de la filosofía bantú, la familia está constituida por la suma de muertos y vivos, hermanados con animales, vegetales y minerales. Y las herramientas. Es la única filosofía que incluye la herramienta como parte de la familia.
¿Cómo ve la evolución de los afrocolombianos?
El signo de esos seres arrancados de África, transplantados aquí, engrilletados y condenados a no regresar jamás a su tierra, se está repitiendo dolorosamente en estos momentos. Con los desplazamientos. Es el segundo éxodo histórico de los afros. Porque tampoco volverán a su segundo hogar. Van creciendo en Cali, en Bogotá, en Antioquia y no volverán a su tierra. Y más simbólico y doloroso es pensar que llegaron acá, estuvieron cuatrocientos años alejados de las tierras de sus ancestros y ahora, en el caso de los secuestrados, vuelven a estar alejados de sus padres, metidos en la selva.
¿Por qué los castiga de manera particular la violencia?
Es el narcotráfico. En las regiones afro es donde este más golpea.
¿Qué enseñanza nos deja la cultura africana?
Que al contrario de lo que están haciendo los norteamericanos en Irak, no es impositiva. Cuando aquí en América, se encuentra con los amerindios, no trata de imponerles nada. Sólo se enfrenta con ellos por mujeres. Actualmente, en algunos lugares del país, por la tierra, pues los indios quedaron con resguardos, mientras que los afrocolombianos no.
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